Durante una rueda de prensa en Cali, el secretario general de la ONU, António Guterres, abordó la problemática del narcotráfico y la hoja de coca, señalando que la compra de esta última podría ser una estrategia positiva si se utiliza de manera constructiva.
Guterres afirmó que «si la compra (de hoja de coca) es hecha para después reutilizarla de una forma positiva, puede impedir el tráfico», sugiriendo que esto podría ayudar a neutralizar la producción de coca y frenar su relación con el narcotráfico. Destacó la importancia de escuchar el llamado del presidente Gustavo Petro para reflexionar sobre la eficacia de los mecanismos actuales en la lucha contra las drogas.
En un contexto más amplio, el presidente Petro había anunciado el 18 de octubre la intención del Gobierno de Colombia de comprar la cosecha de coca en el corregimiento de El Plateado y la región del Cañón del Micay, en Cauca. Este esfuerzo es parte de una estrategia más amplia para recuperar y transformar esa zona del país. Durante la firma del Pacto por la Democratización del Crédito Solidario en Bogotá, el presidente indicó que se busca apoyar al campesinado de Micay mediante la compra de sus cosechas de coca mientras se desarrollan alternativas económicas lícitas.
Petro destacó la complejidad del contexto en El Plateado, donde el Ejército realizó recientemente operaciones para restablecer el control. Mencionó que la región había sido un punto de encuentro para carteles internacionales, convirtiéndose en una «bolsa de valores de la cocaína del mundo». El presidente enfatizó que los grupos violentos intentaban convertir esta área en un centro de producción para exportar cocaína hacia Estados Unidos y que su estrategia incluía eliminar a aquellos que se opusieran a sus intereses.
Estas declaraciones resaltan la necesidad de abordar la problemática del narcotráfico desde una perspectiva integral que contemple tanto la producción de coca como la búsqueda de alternativas económicas para las comunidades afectadas.
