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Duele el alma cuando un amigo se va. John Vélez Restrepo, víctima del Covid19, después de padecer muchos días en una UCI, nos ha dejado.
Él era la personificación de la amabilidad. Encontrarse con John y sentir su fuerte abrazo, daba sosiego; su sonrisa permanente y su generosa amistad eran desbordantes.
Se me arruga el corazón al saber que partió primero. Me da mucha rabia saber que sufrió solo esa maldita enfermedad y que no le pude repetir lo que tanto lo quiero.
Era un amigo excepcional, siempre bien puesto, organizado y deportista consumado, de una lealtad superlativa. Cuando su esposa Denise Aljure, enfermó John se consagró a ella y la acompañó hasta su último momento, con admirable vocación samaritana; asimiló ese duro golpe y se dedicó a sus hijos.
Trabajador incansable; vendedor nato y solucionador de problemas de sus amigos; conversador espontáneo; tertuliar con él era un deleite.
Te vas amigo y nos dejas un recuerdo maravilloso de tu existencia. Tus amigos nos reuniremos, cuando pase esta maldita pandemia, para evocar tus anécdotas y recordar tu generosidad.
Para su familia mi solidaridad en estos tristes momentos.
¡¡Hasta pronto, compañero!!
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