[et_pb_section fb_built=»1″ _builder_version=»4.4.4″][et_pb_row _builder_version=»4.4.4″][et_pb_column _builder_version=»4.4.4″ type=»4_4″][et_pb_text _builder_version=»4.4.4″ text_orientation=»justified» hover_enabled=»0″]Una olla comunitaria en el barrio Puerto Mallarino, al oriente de Santiago de Cali, recibió con agradecimiento la huerta urbana que construyeron funcionarios del Departamento Administrativo para la Gestión del Medio Ambiente (DAGMA), de la Subsecretaría de Territorios de Inclusión y Oportunidades y los ‘Amigos del Río’ de la Secretaría de Paz y Cultura Ciudadana.

De acuerdo con Marcela Burbano, la iniciativa de la olla nació de las necesidades existentes en el barrio, las que se hicieron más evidentes con la llegada de la pandemia de la COVID-19. Ella se encarga de la alimentación de 160 personas entre adultos mayores, madres cabeza de hogar, habitantes de la calle y jóvenes consumidores de sustancias psicoactivas.

“El objetivo era que ellos llevaran un plato de comida digno a la mesa de su casa. En un inicio se llegó hasta la galería Alfonso López para pedir alimentos y se logró hacer una olla pequeña para alimentar a 60 personas, sirviendo las comidas día de por medio, pero con el tiempo llegaron más personas y era difícil atenderlas a todas con las donaciones que se recibían de los dueños de las revuelterías. Fue entonces, cuando se decidió buscar apoyo de la Administración municipal por medio del proyecto ‘Huertas por la Vida’ que articula a la subsecretaría de Prevención y Cultura Ciudadana, el DAGMA y la Secretaría de Participación Ciudadana” agregó Burbano.

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Según Yury Paola Molina, subsecretaria de Prevención y Cultura Ciudadana, con este proceso se contribuye a la sana alimentación de 70 familias de los barrios de Puerto Mallarino, el sector de la Playa Renaciente y Andrés Sanín que reciben los nutrientes de la olla comunitaria”.

Por otro lado, Daniel Téllez, líder del programa ‘Amigos del Río’ dijo que, se espera que las semillas producidas por la huerta sirvan para replicar cultivos comunitarios y posteriormente crear un banco de semillas para intercambios.

Impulsando este ejercicio colaborativo de la comunidad se sienta un precedente de sembrar vida para obtener soberanía alimentaria, para la seguridad en los territorios y recuperar espacios de la ciudad de Cali.

Con esta alternativa se genera unión y participación, no solo de los beneficiados directamente, sino también de las zonas aledañas rompiendo las barreras que hay para la convivencia entre los barrios, aseguró Rodrigo Salazar, secretario de Desarrollo Territorial y Participación Ciudadana.

Por su parte, Brayan Albán del DAGMA conversó con la población de la comuna 7 sobre la importancia de la asistencia a las capacitaciones que se realizan desde el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente sobre el cuidado de los cultivos caseros, pues esta información sumada a las asesorías que se han hecho en la zona, permitirá un buen mantenimiento de las huertas.

Fuente: @AlcaldiadeCali[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]