Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal

El hermano marista Andrés Hurtado García, el famosísimo alpinista y vigilante de los paisajes más bellos de Colombia, está equivocado cuando afirma en la revista Semana que “Colombia no tiene futuro”.

Esa perentoria y casi apocalíptica afirmación la hace Andrés en ocasión de una nueva edición de su libro sinigual de “Colombia Secreta” donde recoge, como nadie más lo ha hecho ,la exuberancia de una tierra que según él y los pesimistas, se está acabando.

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Conozco a Andrés, desde 1966, cuando estudiamos juntos por 5 años en la desaparecida y mitológica Facultad de Filosofía Letras e Historia de la Universidad del Valle. Le guardo una inmensa gratitud porque yo no era capaz de contestar los cuestionarios y rellenar los árboles lingüísticos de la clase de gramática Histórica y él, con Amparo Urdinola Uribe, se sentaban generosamente a suplir mi falencia.

Un par de años después, Andrés, sin licencia o no de los Hermanos Maristas, donde era miembro activo y creo que ha seguido siendo para orgullo de su comunidad, se fue a estudiar un doctorado a la Complutense en Madrid .Se graduó con una tesis sobre Gardeazábal de 1.200 páginas.

Y yo, como compensación lo metí como uno de los personajes a quienes los idiotas del Bazar de Tuluá salvan de la muerte curándole de la picada de una araña. Hace muchos años no lo veo, pero sí lo leo en sus fascinantes libros, en artículos de revistas y en su esporádica columna de El Tiempo.

No comparto sus criterios, pero los respeto con dignidad. Ahora se unió al coro de las plañideras apocalípticas y siembra el terror en los alumnos que en el Sena y en el colegio de los Maristas tiene como pimpollos de protectores ambientales. A ellos, y a nosotros, nos dice que le arrebatamos el futuro a la patria porque cree que somos los colombianos los culpables, y no el sol con sus vientos y tempestades cada vez más dañinas, el que tiene y tendrá al mundo soportando la crisis ambiental que nos golpea.