«Prefiero morir de gripa que de hambre»
Eso leí en una pancarta de los desesperados que salieron a las calles, desobedeciendo el toque de queda y la cuarentena.
Aplaudo al gobierno por sus buenas intenciones, al tratar de frenar el espiral del contagio, pero, esto será insostenible en pocos días. Nuestra desigualdad no aguanta. El 70% de nuestra gente se la rebusca día tras día y no tenemos los mecanismos para llegarles con sustento.
Las empresas, en su mayoría, tienen fuertes gastos financieros y casi el 67% de sus costos son laborales; sin trabajadores, indefectiblemente podrán ir a la quiebra; amén, de las que aprovecharán la coyuntura para cesar pagos y echarle la culpa al gobierno para iniciar demandas de perjuicios. Ya veremos los Néstor cianuro, demandando al Estado.
Otras empresas aprovecharán para reducir sus nóminas y menguar sus insoportables sindicatos.
Lo cierto es que, de aquí para adelante, las cosas cambiaron. Nada volverá a ser como antes y ojalá sea para mejor. Con más conciencia de nuestras responsabilidades sociales y de nuestra fragilidad como sociedad.
Los servicios de salud deben ser replanteados y preparados para altos picos de infecciones. Debemos gastar más en salud que en armas; tener más médicos y enfermeras que militares.
Para mí éste no es el fin, es el comienzo de una nueva era, en la cual los mensajes de los gobiernos en el tema de las enfermedades deben ser preventivos y no curativos y, la educación cada vez más cibernética.
Tendremos que cambiar nuestras costumbres afectivas en público y aprender a saludarnos, sin tocarnos, como lo hacen la mitad de los habitantes de la tierra.
Ojalá me equivoque y no pase lo que pronostico en el sentido de que nuestro pueblo no aguantará la cuarentena.
El Gobierno ha hecho bien lo que está implementando, pero, los colombianos no estamos para esas medidas. Espero que desde ya estén preparando el plan b, para enfrentar la desobediencia colectiva.
Ñapa: Como persona de alto riesgo, por haber estado en el exterior en el último mes, soy testigo del monitoreo permanente que se hace por parte de las autoridades de salud. A mí, inclusive, me hicieron ayer la prueba para saber si soy portador de Covid19. Hay un gran esfuerzo, sin duda.