La convivencia no es una tarea fácil, y aunque son innumerables los memes y chistes que recogen la complejidad que tiene el convivir, y el estar tanto tiempo en casa con nuestra familia. Paradójico que se hable de la necesidad de acompañamiento para sobrellevar los días en casa, cuando este debería ser el lugar de cuidado y amor por excelencia, fortaleciendo la unidad y fraternidad con los nuestros. Pero es innegable que el conflicto se va a presentar porque es una condición natural de la vida.
Sin embargo, la dinámica del conflicto en la convivencia nos permite fortalecer el carácter aprendiendo de cada circunstancia, pero se hace necesario comprender, que como es natural se hace inevitable; entonces, lo importante es afrontarlo. Esto requiere de una actitud necesaria en estos momentos: el cuidado, no para eliminar el conflicto, sino para asumirlo, afrontarlo y transformarlo en aprendizaje. En este sentido, hoy propongo el *cuidado* como actitud ética que implica:
– *Cuidado de sí mismo*: por eso nos han invitado a quedarnos en casa, lavarnos las manos, a mantenernos en forma. Sabiendo que, cuidándome, cuido a los demás y viceversa. Hay que estar atento a situaciones que puedan debilitar nuestra salud física, mental y espiritual.
– *Cuidado de los demás*: Esto es la proximidad. Cuidar en especial de los adultos, los niños y aquellas personas cercanas que requieran mayor atención y protección. Hay que cuidar a los que están solos en sus casas y apartamentos, hay que estar pendientes de ellos. La compañía no solo es física, nuestro saludo es un bálsamo de alegría para muchos. Pero sobre todo evitemos que alguno en casa se mantenga encerrado en su habitación, aislado del resto. Procuremos organizar momentos donde compartamos. Que nadie coma solo y excluido del grupo familiar.
– *Cuidar las relaciones*: cuando los conflictos no se asumen con la atención necesaria, tiende a romper las relaciones. Manifestándose en acciones violentas y agresivas, que debilitan nuestros vínculos, por eso es importante tener cuidado en las palabras, los gestos, las acciones. Hay que tener tacto, es decir; hay que cuidar el con-tacto con los que compartimos, para que sea sincero, abierto y cordial. Hay que cuidar las relaciones a través del dialogo, la tranquilidad y la unidad.
– *Cuidar nuestra salud espiritual e intelectual*: compartir y realizar actividades donde todos participen, mantiene la unidad. Un ratico de oración, meditación, reflexión ayudan a cuidar y fortalecer el espíritu. Y es importante, también poder mantener un ejercicio intelectual, a través de la lectura, una tertulia sobre literatura, cine, música, poesía, incluso un dialogo crítico sobre situaciones. Hay que dedicar unos momentos del día a leer poesía, escuchar buena música, ver una buena película, o realizar juegos de estrategia que nos exija el desarrollo del pensamiento, ayuda a estimular la capacidad intelectual.
– *Cuidar nuestra salud física*: esto es poder dedicar unos minutos al ejercicio, hay en internet algunas rutinas, clases de baile, aero rumbas, zumba, entre otros, que nos permiten movernos un poco y ejercitarnos. Cuidar la salud física es también que podamos ayudar a los abuelos con un masaje para que sus articulaciones se mantengan vitales.
*Cuidar las responsabilidades en casa:* todos tenemos obligaciones en el hogar. La casa es el espacio de todos y todas. Por eso, cocinar, barrer, trapear, organizar la ropa, sacar la basura, cuidar las plantas, las mascotas son responsabilidades que cada uno en la medida de sus posibilidades puede realizar, y no hay lugares, ni tareas exclusivas para uno u otros según su edad, género o rol. Esto es una oportunidad para aprender sobre algunos oficios en casa. Es la oportunidad para aprender a cocinar, planchar u otras labores.
Por eso hoy tratemos de dedicarnos un tiempo exclusivo para cuidarnos mutuamente, dejando la televisión, el celular a un lado. Un tiempo para nosotros mismos en la intimidad del hogar, como espacio de cuidado, comprensión y amor. Si estas en casa solo, recuerda que hay personas que también cuidan de ti con las que hacemos contacto espiritual, virtual.
*Recordemos que en estos momentos la unidad y el amor es la mejor medicina.*